Mis trabajos



MI ABUELO FRANCISCO ROSAURO
Se llama Francisco Rosauro Luna, nacido de Dolores y Francisco en 1936 .Era una familia humilde de ocho hermanos .Desde la infancia trabajo como  albañil, su hobby era la huerta y la pesca. tuvo muchas novias en su juventud. Se casó muy joven con Antonia  Marin lozano, nacida en 1937. Trabajó  en su juventud  en una tienda de  Murcia como dependienta. Se conocieron en Murcia, se casaron y viven en Molina de Segura. De su unión nacieron cuatro hijos, Francisco, Vicente, Herminia y Dolores. Actualmente todos casados y con hijos. Francisco Rosauro Luna apodado como el planchador  en su pueblo Molina. Esta jubilado. Actualmente disfruta de sus hijos y nietos, los cuales de vez en cuando los lleva a pescar. Es un buen abuelo y ayuda a mucha gente que lo necesita  y suele también llevar su trocito de huerta donde él se expansiona. Más o menos he contado esta pequeña historia de mi abuelo.

Realizado por su nieta Marina



MI ABUELA ANA TERUEL
Mi abuela  nació el martes 13 de septiembre del año 1946 y tuvo 12 hermanos sin contarla a ella que era la mayor de todos, se llamaban: Mikaela, Pepe, Loli, Tomasa, Encarna, Manolico, (que falleció años siete por un ahogo en una acequia),Tere,Santi,Carlos,Pedro,Carmen y Manoli.

Fue al colegio la Inclusa (En Murcia). Vivía en la Cuesta Magdalena.
Se casó a los 16 años con Pascual Campoy Mena y tuvo 9 hijos. Y los llamo: Loli, Ana, María, Mª Carmen, Cayetano, Jose, Pedro, Pascual y David .
Cuando se caso vivió en la calle de La Manga. Ya llevan 49 años junto con Pascual mi abuelo. Lo que más le gusta de la gastronomía es la fruta y los dulces. Su color favorito es el azul marino, su afición es ver programas del corazón. Le han puesto dos prótesis de rodillas.
Vive en la calle Mar Austral (Los Narejos) y tiene un perro llamado Benito que tiene 14 años (98 años en edad de perro) tuvo una gata Alicia que falleció a los 18 años.  
Realizado por su nieto Antonio Rodríguez



Mi abuelo Tomás Romero Bernal

Tomás Romero Bernal nació en 1936 en Torre Alta. Era el segundo de ocho hermanos y el primero de los varones. Su familia era muy humilde y su padre trabajaba en la huerta. Era el encargado del motor de agua de riego. Mi abuelo tuvo que dejar la escuela enseguida par conseguir dinero para alimentarse.

En 1963 se casó con mi abuela Juana en su pueblo, el Cabezo de Torres pero continuaron viviendo en Torre Alta. Primero vivieron en una casa que les prestaron sus padres, donde nacieron sus tres hijos. A los seis años se instalaron en otra casa que mandaron a hacer donde viven actualmente, y allí tuvieron su cuarto hijo.

Al poco tiempo empezó a trabajar como camionero transportando mercancías por toda España. Estuvo trabajando como camionero hasta su posterior jubilación. Mi abuelo cargaba en el camión toros y botes. Una vez fue a pasar la revisión del camión cuando le sucedió lo siguiente: “ se ve que algo hicimos mal, nos fallaron los frenos y nos tuvimos que saltar un semáforo. Como resultado tuvimos que llevarnos por delante toda una fila de coches hasta lograr que el camión frenarse para no provocar un accidente más grave aún”.

Actualmente está jubilado y se dedica a lo que le gusta a cuidar su pequeña huerta y a recoger frutos de los cuales nos trae: higos, melocotones, uvas, manzanas, naranjas, etc. 

Realizado por su nieta Ángela



MEMORIAS DE MI ABUELA


Mi abuela nació en el campo, el día 9 de agosto de 1950, la primera de siete hermanos, de los cuales 2 murieron al nacer. Su niñez la pasó cuidando pavos y corderos. Nunca fue al colegio pero si que iba un profesor a su casa para enseñarle a leer y escribir. Su vida esta marcada por enfermedades.

A los 14 años empezó a salir con un chico (mi abuelo) el cual iba desde un pueblo remoto para verla. A los 15 años se vinieron sus hermanos y padres a Molina y empezó a trabajar en la fabrica de conservas Prieto. Allí estuvo trabajando hasta los 21 años  que se casó con mi abuelo y se fue a Alemania.

Al año volvieron a Molina y se compraron un piso en la calle Triunfo. Tuvieron a su primera hija Ángeles y se volvieron a Alemania ,volviendo de vez en cuando. 

Regresaron a España a los 4 años empezaron aquí otra vida con sus hijos, al año de estar aquí tuvieron la tercera y última hija , Celia. 14 años mas tarde se casó Ángeles y tuvo una hija, años mas tarde se casó Celia y también Leandro.

Realizado por Yasmina


MEMORIAS DE MIS PADRES

Mi madre nació y vivió en Bogotá (Colombia). Iba al colegio, al igual que yo, todos los días. Allí empiezan el cole muy temprano; a las siete de la mañana, y terminaban a las dos de la tarde. Tenían dos recreos, su madre le echaba el almuerzo en una caja pequeña que podía ser de metal o de plástico que se llamaba ponchera.

Mi madre dice que uno de los recuerdos más bonitos que tiene de su infancia fue cuando mi abuelo vino de un largo viaje y le trajo a mi     madre una muñeca que cantaba y hablaba además de un bonito pijama chino. A mi madre le hizo mucha ilusión porque como ella tenía dos hermanas mayores casi nunca le compraban ropa, porque siempre la heredaba de sus hermanas. Cuando mis abuelos se vinieron a trabajar a España, mi madre se quedó estudiando en un internado de Colombia. Ella dice que fue un buen año y que aprendió mucho, sus notas fueron las mejores. Luego mis abuelos la trajeron a España con catorce años. Desde entonces no ha vuelto a Colombia y lleva viviendo 22 años aquí en Molina, ella dice que siente Murcia como algo propio porque lleva mucho tiempo viviendo aquí y que este lugar le ha dado muchas cosas buenas.


Mi padre nació en la Torres de Cotillas y en su infancia la pasó entre las Torres de Cotillas y Molina de Segura. Iba mucho a casa de sus abuelos maternos. Ellos vivían en una casa grande con un patio,  donde criaban pollos, conejos y gallinas, además tenían mucha huerta porque eran agricultores. Mi padre recuerda que un día su primo y él corretearon tanto detrás de una gallina que la pobre cayó muerta, reventada de tanto correr y su abuelo que era muy comprensivo no se enfadó y le dijo a su abuela que la echara a la olla y la cocinara ese día. Mi padre de pequeño le tenía mucho miedo a los cohetes y mi abuela no lo podía llevar a las fiestas donde lanzaban fuegos artificiales por que un día se asusto tanto que además de llorar se fue corriendo y se escondió debajo de la cama. A el le gustaba ir al cole y jugar al futbol, la asignatura que más le gustaba era lengua.
Mi padre dice que como antes no había tantas instalaciones deportivas como ahora jugaba en la calle y como no había tantos coches como ahora, no había peligro. Dice que lo mejor de esa época es que no había videojuegos, ordenadores, ni tantos juegos solitarios como ahora. Los niños salían más a jugar a la calle y a los parques. Los juegos eran de equipo y las personas se relacionaban más.



Tu hija Xenia


FRANCISCO TEVA.



Mi abu era el mayor de tres hermanos de una familia humilde. Con 18 años ya era profesor de E.G.B, aunque su verdadera vocación siempre ha sido la medicina.

Ayudó a sus padres, para que sus hermanas pudiesen estudiar. Lo destinaron a un pueblo de Jaén llamado Santiago de Calatrava, donde conoció a mi tata y donde años más tarde se casaron. 

Tuvieron dos hijos, mi madre y mi tito. Mi madre estudiaba derecho y cuando ella cursaba segundo, mi abu también se matriculó en derecho, licenciándose y matrículas de honor y algún notable, pero pocos.

Después de licenciarse quería hacer notaria o registrador pero mis padres y mi tito le quitaron las ganas, para que pudiera disfrutar de la vida. la noche que yo nací, demostró a todos su vena poética. Esa misma noche me hizo una poesía que nunca  olvidaré.

A partir de ese día, no ha parado de escribir poesías y artículos que le publican en varios diarios de España y también en Internet como Martos al día.

Después de su experiencia y años en el colegio con niños, hoy a pesar de su edad me lo paso en grande con él, porque sabe adaptarse a todas las generaciones. 

Tu nieta Natalia



MI  ABUELA ÁNGELES CARBONELL  GÓNZALEZ

¿Qué hacías de pequeña?
Jugaba, ayudaba en la casa, guardaba los pollos…
¿Dónde vivías?
En Molina de Segura (Murcia) En el campo hasta que me case. Vivía en la casa de las Palomas, (los Valientes).
¿Cuáles eran los juegos típicos de tu época?
El escondite, la comba, el corro, el pilladilla, a las casicas, etc.
Las casicas la hacíamos nosotras con barro.
¿Cuántas hermanas tenías?
Tenía 5 hermanas y yo. Una se murió con 1 año.
Una se murió con 1 año. Y el resto están vivas.
¿Qué recuerdos tienes de tu infancia?
Lo pasaba muy bien con mis hermanas, mis amigos/as, etc.
¿Cómo te divertías de pequeña?
Jugando.

TRABAJO REALIZADO POR: CRISTINA MESEGUER GARCÍA


   “JUAN Y LUIS PERDIDOS EN EL BOSQUE”

  
Érase una vez, hace muchísimos años, un niño llamado Juan tenía un amigo llamado Luís.

Un día, decidieron ir al bosque para recoger frutos y setas silvestres. Sin darse cuenta tomaron el camino equivocado y se perdieron. Dieron vueltas y vueltas, pero no sabían por donde ir. Al principio se asustaron mucho y se pusieron a llorar porque se estaba haciendo de noche.
                                                                                        
Juan le dijo a Luís que porque no subían a lo alto de la montaña, para ver si veían algo. Subieron y desde allí vieron una cueva. Los dos amigos fueron corriendo hacia la cueva. Entraron y siguieron hacia delante, se encontraron unas escaleras y subieron por ellas. Al llegar arriba descubrieron una habitación y dentro había un anciano. Los niños le contaron lo que les había pasado e hicieron un trato; que si les ayudaba a salir del bosque, ellos no le dirían a nadie que él vivía en el bosque y así estaría tranquilo sin que nadie lo molestase. De vez en cuando Juan y Luís irían a visitarlo para que no se sintiera solo.

Al final el anciano les mostró el camino de vuelta a casa y les dio a los niños una cesta de frutos y setas silvestres que había cogido. Los niños se fueron felices a sus casas.
De vez en cuando los dos niños regresan al bosque con la excusa de recoger frutos y setas silvestres, para visitar a su amigo anciano, que para ellos es como si fuera su abuelo, que les cuenta muchas historias divertidas.


F I N

JOSÉ ANTONIO CARRERAS FERNÁNDEZ





Las estaciones

Erase una vez en un pueblo pequeñito donde vivía un niño llamado Fran. Un día por el campo  vio pelearse a  unas cosas voladoras. Fran se acerco a esas cosas voladoras y les pregunto:
-Hola, ¿quiénes sois?
Las cosa voladoras le dijeron:
-Somos las estaciones del año
Y el niño les dijo:
-¿Por qué os peleáis?
Y las estaciones les contestaron:
-Porque no sabemos cuando tenemos que funcionar cada una.
Y  el niño les dijo:
-  Tengo una idea, mañana os la digo .
Al día siguiente las estaciones  les esperaron  al niño en el mismo sitio y el  niño  fue corriendo y les dijo:
-Ya tengo la idea os la voy a decir:
-Primavera tú te encargaras de los meses  marzo, abril y mayo
-Verano tú te encargaras de junio, julio y agosto
-Otoño tú te encargaras de septiembre, octubre y noviembre
- Invierno tú te encargaras de diciembre, enero y febrero
Ya sabéis como tenéis que funcionar, te toca  invierno. El niño se levantaba  temprano  para ver a las estaciones como funcionan.
Fin

Amparo Gomariz



LA ESTALAGMITA MÁGICA

Antoñico vivía en un pequeño pueblo con sus padres y su hermana pequeña. Tenía 12 años y su hermana Marta 8 años. Marta sufría una grave enfermedad y no podía andar. Por eso Antoñico, la mayoría de veces, se quedaba en casa con su hermana en lugar de salir con sus amigos.

Un día el perro de Antoñico desapareció y decidió  buscarlo por el bosque que había cerca de su casa. Cansado de tanto andar por el bosque decidió sentarse en una piedra a descansar. De repente vio como la roca que había frente a él se desplazaba dejando al descubierto una cueva.

Antoñico, guiado por la curiosidad se adentró en la cueva y quedó maravillado al ver la cantidad de estalactitas y estalagmitas que había. Sin embargo, había una diferente a las demás que le llamo enormemente la atención. Era de color rojo.

No pudo resistir a la tentación de tocarla, y aunque solamente la rozo, se desprendió. Antoñico se quedó con la estalagmita en la mano y salió corriendo de la cueva. 

Con la emoción que sentía por lo que había visto se le olvidó que su perro había desaparecido. Por suerte, al llegar a casa su perro estaba allí. Antoñico entró corriendo a la habitación de Marta para enseñarle lo que había encontrado. Su hermana sorprendida cogió la estalagmita y en ese momento se levantó de la silla de ruedas y se dispuso a andar. Los dos hermanos lloraron de alegría y desde ese momento Antoñico supo que la estalagmita era mágica.

Fdo.: Joaquín Cutillas Dólera